Cuando Zoe Valentina tenía apenas seis meses, sus padres comenzaron a notar algo extraño: pequeños episodios que no comprendían, pero que resultaron ser convulsiones. Tras varias consultas y una resonancia, llegó una noticia devastadora: Zoe tenía un tumor cerebral grande y debía ser operada de emergencia.

Los médicos fueron claros: su esperanza de vida era de apenas tres o cuatro meses. Sin embargo, su familia decidió no rendirse. “Vamos por un milagro”, fue la frase que su papá, Fernando, repitió con fuerza y convicción. Y ese milagro llegó.

Dos años y medio después, Zoe sigue con vida. Su historia es testimonio del poder del amor, la fe y la lucha incansable de quienes se niegan a aceptar un destino injusto. Es también un recordatorio de por qué en Vidawasi trabajamos cada día: para brindar esperanza, atención y acompañamiento a más familias que enfrentan enfermedades complejas.

Cada niño merece la oportunidad de vivir, sonreír y seguir creciendo.
Súmate a esta misión en www.vidawasiperu.org y ayúdanos a construir más historias como la de Zoe.